El pasado jueves 29 de agosto, un grupo de 46 personas, entre ellos 21 estudiantes, docentes y acompañantes de Tinogasta, se dirigían a San Fernando del Valle de Catamarca para participar en la instancia regional de la Olimpiada Nacional de Matemáticas. Lo que parecía ser un viaje rutinario se convirtió en una experiencia aterradora cuando el colectivo en el que viajaban sufrió una falla mecánica en plena quebrada de La Cébila, quedando sin frenos en una peligrosa pendiente.

El grupo partió alrededor de las 6:30 de la mañana, con la intención de llegar a tiempo para la competencia que comenzaba a las 14:00. Entre los pasajeros había niños de quinto grado y jóvenes de primer año de secundaria, representantes del departamento de Tinogasta.

José Carrizo, coordinador de las Olimpiadas y uno de los docentes a bordo, relató lo ocurrido: «A una semana del hecho, todavía es difícil olvidar lo que vivimos. Íbamos bien hasta que, al entrar en la quebrada de La Cébila, noté que la compuerta del colectivo se abrió. Le pregunté al chofer, de apellido Nieva, qué pasaba, pero antes de que pudiera responder, el colectivo comenzó a acelerar sin control. Fue un momento de pánico absoluto. Esquivamos un auto y casi chocamos con un camión que venía de frente. Dentro del colectivo, la gente gritaba y lloraba desesperadamente, pero nuestra prioridad era proteger a los niños.»

El profesor también mencionó que el conductor hizo todo lo posible por controlar la situación, aunque la palanca de cambios se rompió y los frenos empezaron a emitir humo. «Pasamos las últimas dos curvas en dos ruedas, esperando volcar por la velocidad, pero, afortunadamente, Nieva logró detener el colectivo. Estoy eternamente agradecido con él. Nos salvó la vida.»

Luego de frenar, el grupo quedó en estado de shock. Muchos lloraban y tosían debido al humo que invadía el vehículo. En ese momento, el intendente de Fiambalá, Raúl Búsqueda, que pasaba por la zona, se detuvo para ayudar. Contactó a las autoridades en San Fernando del Valle para que enviaran otro transporte. Minutos más tarde, ambulancias y personal de la policía de Chumbicha llegaron al lugar.

A pesar de la traumática experiencia, los estudiantes lograron participar en la competencia y luego visitaron la Catedral de la Virgen del Valle para agradecer por el milagro de haber salido ilesos.

En declaraciones posteriores, Carrizo reflexionó sobre la importancia de controlar el estado de los vehículos utilizados para el transporte de estudiantes: «Lo que vivimos fue una desgracia con suerte. Le planteé al intendente Andrada que debe haber un antes y un después en cuanto al control de los transportes. No se puede complacer o ayudar si la unidad no está en condiciones. Es vital que se realicen inspecciones técnicas exhaustivas.»

Alejandro Miranda, del municipio de Tinogasta, también se pronunció al respecto: «Lo que pasó fue prácticamente un milagro. Estamos agradecidos con el chofer, que estuvo a la altura de las circunstancias. El colectivo sufrió una avería en el sistema de frenos, lo que afectó el resto de los sistemas. El municipio ha tomado medidas y redoblado los controles de nuestras unidades. Hemos contratado un taller externo para verificar el estado de nuestros transportes. Lamentamos profundamente lo ocurrido y entendemos el dolor y el miedo que esta situación generó. Sin embargo, no pondríamos en riesgo la vida de nadie.»

Por el momento, el colectivo está bajo peritaje para determinar las causas exactas de la falla, mientras las autoridades evalúan nuevas medidas de seguridad para evitar que un incidente como este vuelva a ocurrir.

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