El oro que se llevan… sin pagar ni un peso
Mientras el Gobierno repite que “no hay plata”, toneladas de oro argentino salen del país sin pagar un solo impuesto por exportación. ¿Cómo puede pasar algo así? Porque no es un descuido ni un vacío legal, es una decisión política del presidente Javier Milei.
En diciembre de 2023 venció el decreto que fijaba un 8% de retenciones a la exportación de oro. Desde entonces, nadie lo renovó: ni el Ejecutivo ni los legisladores. Resultado: las empresas mineras exportan el oro gratis.
Y no hablamos de cifras menores. En 2023, el oro, la plata y el litio representaron el 80% del PBI minero nacional. Dos de las 25 minas de oro más grandes del mundo están en Argentina. Pero mientras las mineras exportan millones, el Estado no ve un centavo, y los argentinos seguimos escuchando que no alcanza para las jubilaciones.
¿Vacío legal o zona liberada?
Algunos medios suavizan la situación hablando de “limbo legal”. Pero en realidad, el gobierno tiene todas las herramientas para cobrar las retenciones. Simplemente elige no hacerlo. Curiosamente, el campo sí paga retenciones, pero las mineras extranjeras no. ¿Por qué será?
Mientras tanto, las provincias pierden recursos, y el impacto ambiental de la actividad minera sigue sumando pasivos sin compensación.
¿Quiénes se benefician?
Entre las principales beneficiadas están empresas canadienses, australianas y chinas, como Zijin, en Fiambalá, Catamarca. Esta firma china extrae litio, paga regalías del 3,5% (que terminan siendo 1,5% después de “descuentos”) y declara sus propias cifras sin control estatal.
Además, las obras clave de infraestructura minera en Catamarca están en manos de una constructora ligada a Guido Mocetta, padre de Franco Mocetta, ex funcionario de Transporte de la gestión Milei.
Los vínculos familiares, la falta de regulación y el silencio legislativo alimentan las sospechas de favores, retornos y concentración de poder.
“No hay plata”… para quién
Mientras el oficialismo insiste con que “no hay plata”, informes internacionales advierten sobre la falta de transparencia en las provincias mineras como Catamarca y denuncian prácticas de adjudicación discrecional y posibles focos de corrupción.
Un informe estadounidense incluso señala la presencia de carteles narcos que habrían comprado tierras en Catamarca y montado más de 1.500 pistas clandestinas.
No es un olvido. No es un limbo. Es una elección política. El oro que sale de nuestras tierras no deja nada, y Argentina pierde millones de dólares que podrían financiar salud, educación y jubilaciones.
Mientras tanto, las empresas extranjeras se llevan todo. Y nosotros, una vez más, nos quedamos mirando cómo se van… con el oro bajo el brazo.