Una trabajadora denunció por abuso y acoso sexual a un hombre con un cargo importante dentro de la minera Liex-Zijin, y aunque los hechos ocurrieron en horario laboral, lo más llamativo no es solo el caso en sí, sino cómo la empresa habría intentado disimular todo.
El acusado sería de nacionalidad china, pero —y acá viene lo insólito— aún no logran identificarlo porque “hay muchas similitudes entre personas de origen asiático”. Sí, leíste bien. Esa es la excusa. Al parecer, en pleno siglo XXI, con listas de empleados, cámaras de seguridad y turnos laborales, identificar a una persona en una empresa multimillonaria sigue siendo más difícil que encontrar litio en el desierto.
Mientras tanto, desde la firma habrían hecho lo posible para que el tema no trascienda, como si se tratara de un problema de imagen y no de una mujer violentada.
La única voz que rompió el silencio fue el gremio AOMA, que no tardó en pedir que al acusado lo echen del cargo de inmediato, sin vueltas. Algo que al menos demuestra que todavía hay sectores que no están dispuestos a mirar para otro lado.
Ahora la pelota está en manos de la Justicia. Y habrá que ver si la empresa deja de poner la pala en modo “esconder” y empieza a usarla para sacar a la luz lo que de verdad importa.
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